Acabas de poner un pie en ella y ya sientes cómo la magia te envuelve. Te adentras un poco más y descubres que toda esa magia es real. Saltas de paisaje en paisaje y te sorprendes con barrancos que se lanzan al mar, valles cubiertos de verdes palmeras, playas de arena negra y aguas cristalinas, frondosos bosques milenarios con manantiales que te invitan a refrescarte… Un conjunto natural que conforma una Reserva de la Biosfera con especies ya desaparecidas en otras partes del mundo.
LAURISILVA MILENARIA
Un ecosistema único en el mundo. Si hay algo que destaca en el Parque Nacional de Garajonay es la laurisilva, una masa de vegetación prehistórica propia de la región de la macaronesia que cubría los trópicos hace millones de años y que se ha conservado en la isla gracias a su clima excepcional siempre templado. Pasea tranquilamente entre estos árboles milenarios a tu circuito guiado por expertos.
Kultura
Agulo
El bombón de La Gomera. A poco más de media hora en coche de la capital encontrarás este pequeño pueblo que, por su encanto y belleza, ha sido bautizado como “el bombón de La Gomera”. Su casco histórico, uno de los mejores conservados de la isla, queda elevado sobre una plataforma natural que lo convierte en un mirador con unas preciosas vistas al océano y al Teide, en la vecina isla de Tenerife.
Příroda
Valle Gran Rey
El verde de un paisaje repleto de palmeras. Situado en un gran barranco que desemboca en preciosas playas de arena negra y aguas azules, este lugar se ha convertido en uno de los principales enclaves turísticos de la isla. La belleza de sus paisajes verdes llenos de palmeras contrasta con las pequeñas casas blancas del municipio.
Příroda
Mirador de Los Roques
Las vistas a una impresionante naturaleza. Este símbolo de la isla de La Gomera son cinco enormes bloques de roca formados por magma, que nunca salió a la superficie, que vigilan la entrada al Parque Nacional de Garajonay. Su conjunto de miradores ofrece unas impresionantes vistas.
Příroda
Los Órganos
Un acantilado donde suena la música. Este curioso monumento natural, situado en la costa norte del municipio de Vallehermoso, es un acantilado de rocas volcánicas con una silueta en forma de tubos de órgano que caen sobre el mar. Un punto de gran interés geológico y de gran belleza paisajística, que sólo puede apreciarse en una excursión en barco por la costa.